viernes, 19 de agosto de 2011

Geografia de Italia

Italia, oficialmente la República Italiana (Repubblica italiana en italiano), es un país de Europa que forma parte de la Unión Europea (UE). Su territorio lo conforman principalmente la Península Itálica y dos grandes islas en el mar Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña. En el norte está bordeado por los Alpes, donde limita con Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Los estados independientes de San Marino y Ciudad del Vaticano son enclaves dentro del territorio italiano. A su vez Campione d'Italia es un municipio italiano que forma un pequeño enclave en territorio suizo.

Ha sido el hogar de muchas culturas europeas como los etruscos y los romanos y también fue la cuna del Renacimiento, que comenzó en la región de Toscana y pronto se extendió por toda Europa. La capital de Italia, Roma, ha sido durante siglos el centro político y cultural de la civilización occidental, y también es la ciudad santa para la Iglesia católica, pues dentro de la ciudad se encuentra el microestado del Vaticano. El significado cultural del país se refleja en todos sus Patrimonios de la Humanidad, ya que tiene cuarenta y siete, el país con mayor número del mundo.

viernes, 12 de agosto de 2011

Situacion economica del Uruguay

Partimos de los impactantes indicadores que nos señalan como está cambiando el Uruguay. La Infantilización de la Pobreza nos muestra que más del 50% de los niños nacidos en el Uruguay nacen en hogares pobres y marginales; si miramos a los datos - por ejemplo - de desnutrición infantil entre 0 y 2 años, detectamos que se ha acrecentado en un alto nivel.
Con referencia a los índices de desocupación, -los que marcan un record histórico - los datos oficiales trimestre junio - agosto del 2003 registran un 16% y los no oficiales un 19% para el total de la población activa y 25 % entre los más jóvenes; asimismo, la situación de sub ocupación afecta a porcentajes mucho mayores de la sociedad.

sábado, 6 de agosto de 2011

Emigracion Uruguaya




Además de por su magnitud, el fenómeno preocupa por el perfil del emigrante actual: es joven y más calificado que el promedio de los ciudadanos del país. Según una investigación de los universitarios Adela Pellegrino y Daniel Macadar que acaba de ser divulgada, Uruguay perdió en los últimos seis años a 122 mil personas, que se sumaron a otras 480.000 que lo habían abandonado desde los primeros años sesenta, época en que el país dejó de ser receptor de inmigración y comenzó a dejar de ser la llamada “Suiza de América”. Los uruguayos “de afuera” superan en consecuencia los 600 mil, contra apenas un poco más de 3.100.000 que residen en el país. La investigación, realizada a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), apunta que más de la mitad de quienes se fueron en el último período tenían entre 20 y 30 años al momento de emigrar.

El informe abarca los años de mayor impacto de la peor crisis económica vivida por este país, entre 2002 y 2004, cuando se fueron cerca de 50.000 personas (18,2 por ciento de quienes tomaron esa opción después del año 2000 lo hicieron en 2002 y 19 por ciento en 2003). La vecinaArgentina, que vivió también una fortísima crisis por los mismos años, dejó de ser el principal destino de los uruguayos. Apenas atrajo a 12 por ciento de los emigrantes recientes (quienes abandonaron el país después de 2000), contra más de 50 por ciento en “oleadas” anteriores. Hoy los principales países receptores de uruguayos son España y Estados Unidos.

Los nuevos emigrantes tienen mayor nivel de calificación que el promedio de la población residente, aún si pesan menos que en oleadas migratorias precedentes quienes tienen formación universitaria. “El hecho de que lo que se vayan sean jóvenes en plena capacidad productiva, y calificados, es el dato más preocupante de todos. En un país envejecido como éste, que por su pirámide de edad se parece mucho a uno europeo, eso es terrible”, dijo a Sirel una de las autoras del estudio, la demógrafo Pellegrino. Estos jóvenes emigran, según dicen, buscando “mejores horizontes laborales, y en su gran mayoría lo logran bastante rápidamente, lo que demuestra la buena formación que recibieron en el propio Uruguay pero que aquí no podían realizar”, agregó.

Más del 80 por ciento de los emigrantes uruguayos recientes declaran haber conseguido trabajo en sus países de residencia actual. En esa situación se encuentran incluso quienes no tenían empleo al momento de emigrar, que superaban el 40 por ciento del total. “Los países centrales hacen esfuerzos por atraerlos. Se lo ve en algunos sectores, como el de la salud, donde hay una demanda específica de jóvenes uruguayos y argentinos, que tienen por lo general un excelente nivel y son captados incluso por ofertas que ven en Internet”, indicó Pellegrino

Una de las diferencias entre la emigración uruguaya reciente y otras de distinto origen, incluso latinoamericanas, es que está integrada muy a menudo por grupos familiares enteros. Eso se percibe en el “coeficiente de masculinidad”, que si bien sigue siendo alto (145 hombres cada cien mujeres), tiende a descender fuertemente. Ya no se da, entre los uruguayos, aquella situación tan común entre los emigrantes por motivos económicos de que primero parte el “jefe de familia” y luego lo “siguen” mujer e hijos. Otro dato significativo es que buena parte de los jóvenes que dejan el país lo hacen como estrategia de emancipación de sus hogares, ya que en numerosos casos sus padres permanecen en el país. Lo que está acercando a Uruguay a otros países latinoamericanos es el peso cada vez mayor de las remesas.

Según los datos del INE que manejaron Macadar y Pellegrino en su investigación, algo más del 2 por ciento de las familias encuestadas declararon recibir dinero de sus parientes emigrados. Su aporte promedio fue calculado en unos 113 dólares mensuales, es decir casi 40 millones anuales. Otras fuentes sitúan el volumen de las remesas en niveles bastante más elevados. El Banco Central, por ejemplo, las ubicó en el triple de lo estimado por el INE, rondando los 130 millones de dólares al año.

A su vez, una investigación de la estadounidense Susan Pozo y el uruguayo Fernando Borrazconcluye que el dinero recibido por las familias uruguayas de familiares residentes en el exterior cuadriplicó entre 2001 y 2005 y alcanzó en este último año un promedio de 263 dólares mensuales por hogar. De acuerdo al informe de Pozo y Borraz las familias que perciben remesas gozan de mayor confort que el promedio de los hogares de residentes en el país. Además, los niños que las integran “tienen mayor tiempo de escolaridad y pierden menos años de estudio” comparados con los chicos de su edad componentes de familias que no reciben ayudas del extranjero.